Parques infantiles: qué pavimento escoger?
Toda obra relacionada con la recreación de los niños es algo que debe abordarse con cuidado, ya que estamos hablando de un público muy vulnerable. De hecho, la elección de un pavimento para los parques infantiles no es un proceso que deba ser tomado a ligera.
Como imaginarás, el material debe ofrecer protección a los pequeños de la casa, pero también hay que tener en cuenta otros elementos importantes. Vamos a conocerlos.
La seguridad
¿Sabías que la seguridad que ofrece un pavimento en caso de caída depende de la capacidad de amortiguación de impactos (o HIC)?
Por esto la Lay UNE-EN 1177 ha establecido un criterio para los materiales de revestimiento: para evaluar su capacidad a fin de disminuir las posibilidades de sufrir lesiones graves en la cabeza.
Pero, aparte del HIC, se debe valorar la fricción del pavimento, porque una fricción baja da cabida a un mayor deslizamiento y una muy alta a una sensación de cansancio.
Aunque también hay que tener en cuenta el desgaste y el envejecimiento del revestimiento del parque.
La diversión
Que en un pavimento transmita una sensación de seguridad es primordial para que los consentidos de la casa puedan divertirse. Sin embargo, hay otros elementos que estimulan la imaginación de los niños como la diferenciación de las distintas áreas del parque.
Por ejemplo, es importante establecer las zonas de riesgo y las direcciones de juego dentro del espacio para que los peques jueguen sin preocupaciones.
¿Esto cómo se logra? Sencillo; utilizando colores, formas, dibujos o creando caminos que fortalezcan la sensación de diversión, claro, el equipamiento también es un elemento esencial.
El medioambiente
Quizá pienses que el factor medioambiental no es algo propio del uso del parque, pero igualmente es fundamental disminuir el impacto del pavimento en el medio ambiente.
Desde luego, hay varias maneras de conseguirlo, partiendo desde el origen del material, pasando por el reciclado de desechos hasta poder convertir el pavimento en otros productos después de terminar su vida útil.
El compromiso con los más pequeños
La fórmula para crear el pavimento ideal podría estar formada por una base de Caucho estireno-butadieno (SBR) y una capa de Monómero de etileno propileno dieno (EPDM).
La primera capa de SBR se puede extraer del granulado de neumáticos que han sido usados, claro, siempre y cuando cumpla los requisitos para la absorción de impactos.
El hecho es que con esta base consigues el espesor adecuado -según el juego para el que se utilice- estudiando cada parque de forma aislada para garantizar la protección correcta de toda la zona.
La segunda capa de EPDM se emplea para mantener la absorción y proporcionar una excelente resistencia a la fricción y el desgaste.
El grosor debería ser de al menos 10mm a fin de garantizar la durabilidad del pavimento. Además, con esta capa podrás darle color al parque, diferenciado las zonas de juego o de riesgos y realizando diseños que promuevan la imaginación de los pequeños.
En fin, el pavimento perfecto para los parques infantiles es aquel que garantice la seguridad de los peques, les permita divertirse y permita mejorar la experiencia de juego a través de colores y diseños.
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