Impermeabilización de cubiertas y tejados en Girona

Impermeabilización de cubiertas: claves para el ahorro

Impermeabilizar una cubierta es una actividad que casi nunca se tiene en cuenta al realizar el acabado de esta o su rehabilitación. Mucha gente de hecho ni sabe que las superficies como las cubiertas deben impermeabilizarse para evitar problemas como la corrosión, la humedad o fisuras en el material de construcción.

Por ello, te mostramos las principales claves para el ahorro en la instalación de sistemas de impermeabilización de cubiertas.

¿Cómo puedo ahorrar al impermeabilizar mi cubierta?

Tomarse un tiempo en pensar en los aspectos que os proponemos a continuación va a suponer una considerable diferencia tanto a nivel económico como de confort.

Elección de material de impermeabilización

A la hora de escoger el material para impermeabilizar la cubierta es importante tener en cuenta:

  • Su calidad: Aunque impermeabilizar la cubierta de una casa o edificio tiene un coste bajo, su mantenimiento no lo es tanto. Por ello, es importante anteponer la calidad al precio o al factor estético.
  • Su funcionalidad: De poco sirve que elijas el mejor impermeable del mercado si no se adecua a las características de la superficie a tratar o no satisface tus necesidades. En general, las características que reúnen estos materiales son resistencia al envejecimiento, a los rayos UV, a la humedad, a las atmósferas agresivas en general, a las algas, a raíces y a la putrefacción, al aislamiento térmico y capacidad de ahorro energético.

Existen varios formatos de impermeabilizante. Los más comunes y solicitados en la actualidad son:

  • Las membranas bituminosas: Sistema más utilizado pero que requiere de un sistema adicional de protección como acabado.
  • Las membranas líquidas: Se aplican fácilmente en el lugar a impermeabilizar.
  • Las membranas preconformadas: Son sintéticas y abarcan diferentes opciones según aplicación.

Empresa de impermeabilización de cubiertas

Profesionales cualificados en impermeabilizaciones

Aunque existen en el mercado sistemas de impermeabilización de cubiertas de muy fácil instalación o aplicación, nosotros no podemos hacer más que aconsejarte que contactes con una empresa profesional en la impermeabilización de cubiertas y otras superficies a la que le avalen años de experiencia en el sector.

A la larga siempre es mejor. Un sistema de impermeabilización mal ajustado o distribuido va a volverse inútil antes o después. Es posible que en un primer momento no te des cuenta pero que poco a poco se vayan creando fisuras en el material, teniendo que invertir más dinero es rehabilitar la cobertura o directamente eliminarla e instalar otra.

O puede que no. También puede darse el caso contrario en el que un particular haga un excelente trabajo cubriendo la superficie de su edificio y que no necesite rehabilitación hasta pasados varios años.

Ante la duda, nosotros elegimos la primera opción; así no podremos decir que nos equivocamos.

Un profesional conoce los detalles de cada material: qué útiles son los más adecuados para trabajarlo, cómo se debe tratar el material antes de instalarlo o aplicarlo, cuidados adicionales, trucos, mejores combinaciones entre impermeabilizantes y protectores, etc.

Además, un equipo profesional siempre va a contar con las herramientas necesarias, utilizará sistemas de seguridad y te ofrecerá una garantía de, mínimo, 10 años, algo que no puedes exigirle al fabricante.

Cumple siempre con la normativa vigente

Parece un punto algo absurdo, pero cumplir con la normativa te va a servir para ahorrarte alguna multa y, además, se entiende que haciéndolo vas a conseguir resultados óptimos, adecuados para cuidar el medio ambiente, velar por tu salud, etc., así que asegúrate de que la impermeabilización de la cubierta u otra superficie cumple con todas las normativas vigentes.

Empresa de impermeabilización de cubiertas

Sistemas de impermeabilización de cubiertas

A la hora de acondicionar un edificio, una estructura o cualquier otra superficie, se ha de tener muy en cuenta la cubierta y que sistema de impermeabilización es el más conveniente, ya que es una zona a la que no se suele tener acceso y por tanto no solemos prestarle mucha atención.

¿Con qué podemos impermeabilizar una cubierta?

Los sistema de impermebabilización de cubiertas pueden ser muy variados y la elección de uno u otro dependerá de distintos factores como la exposición a agentes ambientales o la propia composición de aquello que queremos impermeabilizar.

Membranas o láminas bituminosas

Son los rollos negros de toda la vida que precisan de calor para, fundidos, colocarse o bien unos contiguos a otros o bien en el soporte.

Es un sistema caro porque requiere de protección adicional para protegerse de los rayos ultravioleta. Aún así, si están bien colocadas, las láminas bituminosas son una opción excepcional que te asegura resultados perfectos durante años. Esto significa que los puntos singulares y las juntas de dilatación deben quedar perfectas, milimetradas para que el material no se resienta -ya que no es muy flexible-.

Actualmente existe una versión de estas láminas que cuenta con autoprotección. Son una excelente opción si la cubierta no va a ser transitada, pues el trabajo y el coste de colocar una protección adicional desaparece.

Impermeabilización de acritón

Esta opción dentro de las impermeabilizaciones es una de las más recurridas ya que no presenta inconvenientes. El acritón es bueno para exteriores, el Sol o la lluvia no hacen que se cuartee o fisure, se puede aplicar tanto en cubiertas horizontales como en tejado inclinado y no precisa de protección adicional.

Impermeabilizante asfáltico

Puedes encontrar su versión ecológica o una extraresistente a los rayos UV. En cualquier caso es un tipo de impermeabilizante que no necesita protección extra pero que aún así, si lo complementamos con poliester, ofrecerá resultados realmente asombrosos.

Los sistemas de impermeabilización a base de asfalto son una opción muy recurrida. Dependiendo de las necesidades se puede trabajar con asfalto en frío o en caliente, con mallas o telas asfáticas, cartones asfálticos…

Cloro caucho

Se trata de un material líquido derivado del caucho que, al igual que el asfalto, se mezcla con fibras de vidrio para hacerlo más impermeable. Puede utilizarse sobre acero, hormigón y cemento entre otros muchos materiales.

Es un material barato, muy fácil y rápido de aplicar. Otro punto a favor es que puede pintarse con pintura para exteriores una vez se haya secado.

Como punto negativo tenemos que es una solución que no dura mucho por lo que debemos complementarla o ir impermeabilizando la cubierta periódicamente.

Membrana líquida de poliuretano

El poliuretano se aplica fácilmente, pintando. Simplemente tenemos que cuidar que se forme una capa del espesor adecuado. Es un material muy elástico y resistente a las inclemencias meteorológicas y a los impactos. Además, para poner la guinda, ofrece continuidad a la superficie donde se aplica, pues no se crean juntas, y si las hay, se cubren, pudiendo quedar como capa final de la cubierta.

Lo malo de estas membranas… simplemente necesitas conseguir el espesor requerido según las características de la estructura y la cubierta; si no, la impermeabilización resulta inútil.

Elásticos

El impermeabilizante elástico se fabrica con acrílicos (componentes cerámicos, pigmentos, resinas…). Es muy versátil ya que se puede aplicar en frío en construcciones realizadas con cualquier material, tanto interiores como exteriores. Además, es muy flexible y absorbe muy bien los impactos.

Impermeabilizante ecológico

Se trata de una opción que respeta el medio ambiente. Este impermeablizante se fabrica con llantas recicladas y no contiene solventes tóxicos ni plomo. Sirven para impermeabilizar cubiertas ya que, como la mayoría, ofrece resistencia a la lluvia, la humedad y los cambios de temperatura.

Estos son los diferentes tipos con los que podemos impermeabilizar la cubierta de nuestro edificio.

En cualquier caso, es importante conocer los diferentes sistemas de impermeabilización de cubiertas y cual es el mas conveniente para tu cubierta o edificio, ya que la acción del Sol, de la lluvia, o simplemente la humedad ambiente puede desgastarlas y estropearlas, permitiendo incluso que se creen filtraciones a las zonas inferiores.

Impermeabilización de pavimentos, tejados y cubiertas

Tipos de impermeabilizaciones de pavimentos y tejados

A la hora de comprar una propiedad hay que tener en cuenta tanto cómo luce por dentro como los cuidados que se le proporcionan en el exterior, pues es una zona expuesta a agentes que no podemos controlar.

Es importante que conozcamos cuáles son los tipos de impermeabilizaciones de pavimentos y tejados que existen en el mercado para proteger nuestra propiedad de la mejor manera posible.

¿Qué es la impermeabilización?

La impermeabilización es la protección contra los efectos que el agua puede producir. Cuando hablamos de impermeabilizaciones hacemos referencia a la cobertura de superficies en todo tipo de edificaciones (suelos, tejados, techos, tabiques…) para evitar filtraciones de líquidos y por consecuencia que afloren humedades (con su correspondiente resentimiento del material de construcción y olor característicos).

¿Cuáles son las impermeabilizaciones de pavimentos y tejados?

En la actualidad existen multitud de sistemas de impermeabilizaciones de pavimentos y tejados, pensados para evitar que la humedad traspase las construcciones (techos, paredes, tabiques, etc).

Láminas bituminosas

Seguramente estas láminas son las más adecuadas para una sustitución completa del sistema de impermeabilización, pues ofrece muchas variantes para satisfacer todas las necesidades.

Para colocarlas en cubiertas y tejados debemos acompañarlas de una adecuada protección para prevenir el desgaste por exposición solar.

El éxito de este sistema depende en gran medida de su colocación, por lo que es necesario que un profesional las instale.

Su instalación es más cara en principio y requiere de mucho tiempo y cantidad de materiales.

Láminas EPDM

Estas elásticas láminas impermeables de caucho son, actualmente, las más utilizadas para impermeabilizar superficies. Se hacen a medida por lo que no dan lugar a tantos fallos de juntas como otros sistemas.

Otro punto muy positivo es que son enormemente resistentes, por lo que no requieren protección adicional, a no ser que la cubierta vaya a ser muy transitable (casos de azoteas comunitarias o similar). Y en el supuesto de que exista una fuga, su reparación sólo consiste en parchear la zona afectada.

Su colocación no es difícil pero, al requerir el uso de adhesivos químicos, lo mejor es contar con la ayuda de un profesional, que a su vez puede realizar una garantía de un cierto número de años para la colocación.

Caucho clorado

El caucho clorado es la opción más socorrida entre los tipos de impermeabilizaciones de pavimentos y tejados. Es un material económico y muy fácil y rápido de aplicar, utilizándolo para pintar la superficie a impermeabilizar. De igual modo, su uso inadecuado se está extendiendo, provocando así que su duración sea menor de lo que debería.

Contando con tantos sistemas de impermeabilización existentes, el caucho clorado sería recomendable utilizarlo sólo para situaciones urgentes o como complemento de otro sistema de impermeabilización más resistente y duradero.

Membrana líquida de poliuretano

La membrana líquida se aplica de manera similar al caucho, pintando la superficie con ella. Tiene una gran capacidad de elasticidad y de absorción de movimientos, puntos que la hacen más recomendable que el caucho clorado. De igual modo, es necesario conseguir una capa de espesor mínima para que actúe adecuadamente como impermeabilizante.

Ofrece gran resistencia a los rayos solares por lo podemos disfrutar de este sistema de impermeabilización terrazas y tejados durante bastante tiempo sin añadir ningún sistema de protección y sin que se resienta demasiado. Aún así, no es recomendable dejarla expuesta al tránsito debido a su gran plasticidad.

Tela asfáltica

La tela asfáltica es una malla metálica acompañada de alquitrán que se adhiere a la superficie mediante calor, con el uso de un soplete. Requiere de un sistema de protección añadido pues no puede quedar expuesta.

También se puede combinar con otro sistema impermeable de tejados y pavimentos, como cemento acritón o algunos acrílicos (dependiendo de la superficie a tratar).