Fases del proceso de pavimentación industrial
¿Quieres conocer las fases del proceso de pavimentación industrial? Colocar o rehabilitar un suelo en un lugar amplio no es una tarea sencilla. Tampoco es que se trate de una ciencia, pero son necesarios varios factores a tener en cuenta y no siempre se puede realizar el trabajo que el cliente desea.
¿Por dónde empezamos en la pavimentación industrial?
La pavimentación industrial pasa por las siguientes fases:
Uso final del pavimento industrial
Es necesario y primordial conocer cuál va a ser el uso que se le va a dar al suelo. Así, elegiremos uno con las propiedades adecuadas. Por ejemplo, las industrias alimentarias o farmacéuticas tendrán como objetivo un suelo fácil de limpiar y de mantener.
Otra propiedad que se tiene muy en cuenta es la diferente resistencia a los elementos como a la temperatura (pavimentos con choque térmico), al fuego (para zonas de salidas de emergencia), mecánica (para trabajos de compresión y de alto desgaste), etc.
La propiedad antideslizante suele ser muy recurrida para cualquier negocio. Sin embargo, es especialmente útil en rampas así como en lugares donde se trabaje con grasa o agua de manera habitual.
La permeabilidad, como es de entender, se exige en industrias donde se trabaje con líquidos, tanto en su elaboración como si se usan para ayudar en la producción de otros productos. Lo mismo ocurre con el hielo.
Soporte (estudio)
Necesitamos saber en qué estado se encuentra el suelo que va a servir de base puesto que en muchas ocasiones es necesario adaptarlo y acondicionarlo. Las patologías que más se observan son bajas resistencias, alta humedad residual, fisuras, planimetría mala…
En función de estos factores se pedirá un nivel de exigencia que condicione los materiales a utilizar, así como la técnica.
Soporte (preparación)
Teniendo en cuenta lo anterior, elegiremos, como hemos dicho los materiales más adecuados, siempre con la finalidad de obtener la mayor adherencia entre suelo antiguo y revestimiento nuevo.
Dependiendo del suelo instalado se repararán coqueras y grietas, se eliminará la lechada superficial, se realizará un recrecido resistente, se eliminará la resbaladicidad con áridos, se incorporarán micro estructuras…
En definitiva, estas actuaciones van encaminadas siempre a acondicionar el suelo ya existente para no tener que arrancarlo sino que se pueda reutilizar para la pavimentación nueva.
Soporte (nivelación)
Cuando sea necesario, se nivelará el soporte para facilitar la instalación del nuevo suelo.
Acabado
Ya sólo queda proceder a la instalación del nuevo pavimento industrial, que habremos elegido en función de todo lo anterior.
Cada material se instala de una manera diferente y requiere de unas actuaciones distintas para conseguir según qué acabados.
Lo normal es utilizar resinas que, combinadas con otro material, aseguran un sin fin de características positivas (resistencia, impermeabilidad, antideslizamiento… además de las que aporten el resto de materiales).
Así es como se realizan las distintas fases del proceso de pavimentación industrial. Como decíamos al principio, no es que sea una ciencia imposible, pero sí requiere de ciertos puntos que no se pueden pasar por alto. Si no elegimos los materiales sabiamente, el pavimento no durará nada, pues no hay que olvidar que la actividad industrial es muy ardua y castiga mucho los elementos, sobre todo si estos no son adecuados para desempeñar las actividades.
