Obra técnica: ¿Cómo se puede reforzar una viga?

Es conocido por muchos, la expresión de que “las grandes ideas y los mayores inventos, han surgido en medio de profundas crisis económicas”.

Ciertamente, es en medio de la crisis, que en los últimos años, vivimos a nivel mundial, donde la creatividad e ingenio se ponen de manifiesto hasta en los sectores más complejos de la vida económica y social.

He aquí, como los administradores, han recurrido a la rehabilitación de estructuras en lugar de la construcción de nueva obra.

Si lo que decidiste, después de evaluar otras opciones es rehabilitar tu vivienda obra o edificación, te explicaremos cuáles son algunas de las técnicas a considerar a la hora de reforzar una viga.

Formas o técnicas para reforzar una viga o pilar

Por lo general, los pilares (o pilas) y las vigas son los elementos estructurales más utilizados en edificación y obra pública, y que siempre sufren daños relacionados con un exceso de flexión por lo que en muchas ocasiones han de ser reforzadas y reparadas.

Estas son las más recurrentes:

Recrecido de la sección

Sí, físicamente es posible, y es una solución inmediata y evidente que puede resolver un problema ocasionado por la insuficiencia de acero calculada en el proyecto inicial o puesta en obra.

Esta técnica te permite añadir armadura a flexión a un bajo costo.

Sin embargo, no siempre es posible físicamente y exige la preparación de la superficie de adherencia y la correcta soldadura de la nueva armadura a los cercos existentes.

Refuerzo con láminas

Si el problema es un déficit de capacidad a flexión, ésta será una solución inmediata. Las láminas adheridas funcionarán como un exoesqueleto que absorberá el exceso de deformación al que no pueda hacer frente la viga por sí misma.

En los últimos tiempos, es común recurrir a la fibra de carbono para realizar dicha tarea con el que se obtienen unos resultados mejorados.

La mayor ventaja es la sencillez y rapidez de la operación.

Pero, es necesario realizar una perfecta adherencia del elemento de refuerzo con la viga para obtener el mejor resultado. Para ello, resulta inevitable recurrir a las resinas epoxídicas especiales.

Refuerzo con perfiles metálicos

En caso de que los dos métodos anteriores sean insuficientes para reforzar tu elemento estructural, entonces tienes que recurrir a técnicas más costosas.

Esto es simplemente, añadir nuevos perfiles metálicos a una viga de hormigón ya existente requerirá una correcta adherencia para que su acoplamiento sea óptimo.

Si la viga a reforzar tiene sección en T, podrás usar una celosía metálica que soporte las alas, esta técnica se usa mucho en la rehabilitación de puentes.

Con ella obtendrás un refuerzo de mayor envergadura, pero también su costo será más alto. Además, te obliga a utilizar resinas epoxídicas especiales debido a la correcta adherencia con la viga.

Pretensado exterior

Con este método conseguirás dotar a la viga de la contra flecha necesaria para combatir el exceso de flexión producido, y es el más indicado para reforzar grandes vigas de puentes.

Un punto a favor, es que no necesitarás la aplicación de materiales adherentes. Su aplicación resulta mucho más óptima, pero su costo es elevado y de difícil operación.

Cambio del esquema estructural

Aunque es una técnica poco viable de aplicar, te queda la opción de modificar el esquema estructural.

Su objetivo será disminuir los momentos flectores actuantes en la zona a rehabilitar, consiguiendo así una menor solicitación en la citada sección.

Pero si es el caso, tienes tres formas de modificar estructuralmente la viga:

• La eliminación de cargas permanentes materializado a través de un fresado del recubrimiento superior.
• Reduciendo las luces existentes con la utilización de jabalcones para la generación de voladizos (cantiléver).
• Cambiando el esquema estático destinado a puentes con juntas con posibilidad de eliminarlas, adoptando un tablero continuo o incluso, porticado. Aunque su costo es elevado y no suele ser posible físicamente podrás solucionar un problema de cálculo en proyecto.

Bien, una vez leído este artículo, ¡Manos a la obra! Y si tienes alguna duda, contactar con nosotros.